■ CONTINUO: Fórmula de acompañamiento basada en la improvisación propia del Renacimiento y el Barroco. El compositor escribía la parte del bajo en un pentagrama, que podía ser interpretada conjuntamente por instrumentos melódicos graves de cuerda o viento, así como por instrumentos polifónicos de cuerda punteada o teclado, los cuales improvisaban un acompañamiento armónico sobre el bajo. Para orientar en la realización de este acompañamiento, el compositor indicaba los cifrados necesarios en forma de números arábigos y otros símbolos sobre la línea del bajo.